Dicho modelo deberá traducirse en una propuesta de Programa de Ordenamiento Ecológico del Territorio (OET) que contenga las políticas, los lineamientos y las estrategias. Esta propuesta deberá ser considerada social e institucionalmente para, en su momento, ser complementada con las consideraciones de carácter programático y presupuestal pertinentes, entre los que se incluirán los mecanismos orientados a la administración regional del territorio.